viernes, 25 de enero de 2019

Un día en el refugio.


El pasado martes 16 de enero fuimos al Instituto Social de Trabajo-Casa de Acogida Dorothy day. Nuestra misión era entrevistar a la gente que vive ahí y conocer un poco más de su vida; lo difícil que puede llegar a ser y lo afortunados que somos al tener nuestras comodidades.

Nosotras entrevistamos a un matrimonio con un niño pequeño procedentes de Georgia, más concretamente de la frontera con Turquía, Iana y Temuri, y a una chica rusa que tiene un hijo de once años.

La chica rusa no hablaba casi español y fue Iana quien nos tradujo porque habla 7 idiomas: georgiano, ruso, italiano, alemán, inglés, turco y algo de español que está aprendiendo aquí. 
Esta chica vino a España con su hijo de once años hace cuatro meses buscando una vida mejor, ya que su marido sigue en Rusia con sus dos hijos pequeños de nueve y cuatro años y allí el tema del trabajo está muy mal; hay poco trabajo y los salarios son muy bajos para mantenerse a uno solo así que a una familia todavía menos. Pero finalmente, con esta chica no hablamos mucho porque no entendía apenas castellano y tampoco estaba muy reacia a hablar de su vida.



La mayoría de nuestro tiempo lo dedicamos a Iana, ya que su marido no hablaba español y tampoco lo entendía. Nos contó que ella vivía en Georgia con su hermana y su madre, dado que su padre falleció cuando ella tenía 12 años. Siempre tuvo el sentimiento de querer sacar adelante a su familia porque donde trabaja su madre el sueldo es muy precario, sólo le pagan 100€ al mes y con eso era imposible sobrevivir. Empezó la carrera de Jurista, que es como abogado aquí en España y se lo tuvo que dejar porque encontró trabajo en Italia y prefirió irse a trabajar a Europa para mandar dinero y ropa a su familia. Estuvo allí 17 años y conoció a su marido por Facebook (él vivía en Georgia) así que volvió allí para estar con él. Al final resultó ser que eran parientes lejanos y como allí la religión es Cristiana Ortodoxa está prohibido casarse con familiares y tuvieron que irse para poder hacerlo. Fueran a Alemania, donde estuvieron tres años y allí tuvieron a su hijo. A los tres años les negaron la renovación del permiso de residencia y tuvieron que irse. Iana había trabajado un par de veces en Italia de Au Pair y había visitado Mallorca y Barcelona de vacaciones con la familia además de conocer parejas de Georgia amigos suyos que habían emigrado aquí hacía años y que les habían aconsejado venir porque tendrían asilo, así que se vinieron.

La situación aquí es que el marido de Iana, Temuri, trabaja de vez en cuando en el campo pero no hay mucho trabajo así que no le pagan bastante, ella está haciendo un curso de español y quiere hacer otro de peluquería en un futuro hasta que consiga el permiso de residencia y trabajo dentro de tres años y pueda acabar la carrera que se dejó a medias. Su hijo va al colegio Escolapios. Su previsión de futuro es que si están a gusto aquí se quedarán y sino se irán a otro lugar de Europa, pero siempre juntos.


Noemi y Andrea.

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